La razón por la que no puedo evitar amar este trabajo de acercarme a la vida cotidiana de las personas es la emoción que me da el "descubrimiento".

"¡No vivimos en casa, vivimos en habitaciones!"

Una frase de un diseñador de unos 20 años, con el tono de "Si es un hecho obvio, ¿por qué tanto problema?", hizo que las preocupaciones cotidianas de los participantes de la encuesta, que parecían no tener nada que ver, sus actitudes disminuidas ante los objetivos, los conflictos grandes y pequeños con la generación anterior, y las formas de ver el amor, se entendieran como una nueva textura.

Luego vienen momentos en los que me doy cuenta de que he soportado toda la incomodidad de un informe intermedio, mirando con cautela para continuar la conversación un poco más por el bien de esa sola conexión, pidiendo que me contacten, y dándoles al menos dulces de nueces en la mano para poder confirmar con la mirada "Entonces, ¿qué es lo que ..."

Epifanía: comprender el panorama completo de la verdad de manera intuitiva a través de experiencias ordinarias.

Esta universalidad de la experiencia humana. ¿No es la esencia de la perspicacia darse cuenta de la conexión invisible que impulsa el cambio desde la empatía diaria hacia alguien hasta el desarrollo profesional?