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'Cuerpo' en la era de la IA: ¿Temenos nuestros cuerpos?
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Texto resumido por la IA durumis
- El éxito de la cirugía de implantación cerebral humana de Neuralink y el lanzamiento de Apple Vision Pro son eventos que muestran la fusión del cuerpo humano con la tecnología, especialmente el potencial de expansión del cuerpo.
- El filósofo de la ciencia Bruno Latour argumenta que el cuerpo no debe verse como una simple materia pasiva sino como una interfaz activa, lo que coincide con los objetivos de Neuralink y Apple Vision Pro, que enfatizan la interacción entre la tecnología y el cuerpo.
- La fusión del cuerpo y la tecnología abre nuevas posibilidades para objetivar y comparar la experiencia subjetiva individual con el exterior, pero al mismo tiempo exige una nueva reflexión ética sobre el cuerpo.
Hace poco, hubo dos noticias que ofrecieron una oportunidad clara para imaginar cómo la tecnología está transformando el futuro.
Neuralink, de Elon Musk, anunció que se había realizado con éxito el primer implante cerebral en humanos, después de sus experimentos con chimpancés. Esto es una noticia sorprendente, o incluso aterradora, porque implica una combinación directa entre el cuerpo y la tecnología, que permite controlar dispositivos digitales solo con el pensamiento. Un intento en el desconocido territorio de la inteligencia humana. Y Apple lanzó su visor de realidad mixta, Vision Pro, en las Apple Store de todo Estados Unidos, y han surgido comentarios de personas que lo han usado. Joanna Stern, columnista de tecnología personalizada en The Wall Street Journal, publicó una reseña de 24 horas usando el dispositivo en una cabaña de esquí, donde no se vio interrumpida por su familia. Describió su experiencia como dolorosa pero perspicaz.
Ambas noticias son un primer intento y un paso más hacia la comercialización total en sus respectivos campos tecnológicos. Sin embargo, en términos de la vida misma, que abarca desde el comienzo hasta el final de nuestro ser humano, estas noticias demuestran claramente un camino diferente, una "expansión del cuerpo", que merece que nos detengamos por un momento para reflexionar sobre su significado y la dirección complementaria que debe tomar.
En 2004, el filósofo de la ciencia Bruno Latour argumentó en su ensayo "How to Talk About the Body? The Normative Dimension of Science Studies" que las futuras preguntas sobre el cuerpo dependen de la definición de la ciencia. En otras palabras, dejar que la ciencia defina por sí misma la narrativa sobre el cuerpo, vinculándola a la fisiología y la medicina, como si fuera un dominio de características primarias, podría generar preocupación por una percepción distorsionada del cuerpo como un aspecto esencial de la humanidad.
Él sostiene que el cuerpo no debe ser visto simplemente como una materia pasiva que alberga un espíritu que experimenta, sino como una interfaz dinámica que interactúa con el mundo, el entorno y las herramientas, expresando, midiendo y comparando de forma activa. Esta teoría de Latour proporciona ideas sobre el papel del cuerpo frente a la tecnología, abordándolo desde una perspectiva asimétrica internalizada y desde un enfoque simétrico interconectado en red. Esto a su vez proporciona pistas para concretar el objetivo de "expansión del cuerpo" que persiguen Neuralink y Apple Vision Pro. A lo largo de los últimos cinco o seis años, a través de proyectos relacionados con el dolor, la salud, el estilo y los hábitos de consumo de alcohol que se conectan con el cuerpo, he encontrado dos patrones comunes en la relación de las personas con sus cuerpos.
Primero, las experiencias que las personas confirman a través de su cuerpo en la vida cotidiana son subjetivas, internas y difíciles de comprender. El cuerpo se reconoce como un apoyo pasivo y, en muchos casos, se mantiene una "relación de tensión relajada". Las personas que se enfrentan a situaciones que requieren un cuidado continuo, como la hipertensión repentina o el diagnóstico de cáncer, tienden a experimentar shock o tensión en ese momento, centrándose en la recuperación, y luego, gradualmente, vuelven a una relación familiar con su cuerpo. Si bien reaccionan de forma más sensible a las señales simbólicas, mantienen la visión de su cuerpo como un recipiente pasivo. Esta relación asimétrica que los individuos mantienen con sus cuerpos representa una oportunidad y una dirección para que las herramientas digitales ayuden a medir y comparar sus experiencias específicas.
Segundo, las personas perciben las diferencias en la experiencia física en relación con el entorno externo y las herramientas. Por ejemplo, al intentar caminar a cuatro patas en un lugar público para aliviar la tensión de los músculos de la espalda, experimentan vergüenza o culpa. Del mismo modo, con la edad, los resultados del cuidado corporal continuo y voluntario revelan diferencias, y mencionan pecas en la cara, barriga, arrugas en el cuello, calvicie, etc., y expresan vergüenza e inquietud al participar en reuniones externas. Esta relación simétrica, interconectada a través de redes externas, proporciona a las personas la oportunidad de utilizar herramientas digitales o tecnología para percibir y expresar las diferencias significativas para ellas.
En una época en la que la expresión de significado y valor a través del cuerpo mediante tatuajes se ha convertido en algo común, más allá del papel que juega la ropa para cada ocasión, ahora vemos intentos de lograr una mayor expansión del cuerpo mediante herramientas tecnológicas tanto internas como externas. ¿Le tenemos miedo a nuestros cuerpos? ¿O qué queremos lograr a través de ellos? Tal vez este sea el momento de encontrar formas de vida más auténticas a través de nuestros cuerpos imperfectos.
Referencias