En junio del año pasado, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) aprobó la venta de pollo cultivado en células, convirtiéndose en el segundo país del mundo en hacerlo después de Singapur. Upside Foods, una empresa estadounidense que produce y vende carne cultivada, crea una textura similar a la pechuga de pollo mediante un proceso en el que las células animales se entrelazan para formar una capa. La empresa describe su producto como un alimento por el que vale la pena luchar. Las emisiones de carbono generadas por la producción de carne de res, cerdo y otros animales representan el 57% de la producción total de alimentos, por lo que la idea central que Upside Foods busca transmitir a través de la carne cultivada es la de una "carne sostenible". Si bien aún queda por superar el obstáculo tecnológico de la producción a gran escala, este es un ejemplo de cómo estamos avanzando hacia un nuevo ámbito de la inteligencia humana, donde ya no nos encontramos únicamente sobre la naturaleza, sino que la estamos superando en el tema de la "comida".

Expresiones como "extractos naturales" o "natural" han sido durante mucho tiempo eficaces para comunicar o hacer que la gente perciba el valor de los productos que entran en contacto con nuestro cuerpo o que absorbemos, ya sean cosméticos, alimentos o productos de uso cotidiano. Esto se deriva de la percepción de que el cuerpo humano proviene de la naturaleza y de la visión de la naturaleza como un organismo y un ser vivo. Por lo tanto, para el crecimiento de la industria alimentaria en un paradigma de generación más allá de la extracción, será necesario observar los cambios en la relación que la gente de hoy tiene con su cuerpo. Las interesantes tendencias relacionadas con la correlación entre la salud y el amor al cuerpo que ROC identificó a través de una metodología de investigación etnográfica con 20 hombres y mujeres de entre 20 y 60 años fueron las siguientes.

En primer lugar, la salud se experimenta como un estado cotidiano. Un paciente de 40 años con dolor de espalda mencionó primero a un profesional de la salud su frustración por no poder realizar sus objetivos diarios, como viajes de negocios o jugar al golf, debido al dolor. Una mujer de 60 años que solía bajarse una parada de autobús antes para llegar a casa caminando, como ejercicio, también describió su dolor de rodilla a través de los cambios en su comportamiento diario. Estos casos sugieren que la percepción de "estar sano" se experimenta de forma muy vaga y, además, que las sugerencias externas e internas sobre qué es bueno o malo para la salud no se reciben de forma clara.

En segundo lugar, la elección de los alimentos está influenciada por los sistemas de creencias individuales y familiares. Hubo casos en los que las personas adquirieron naturalmente la idea de que tenían que comer carne cuando estaban enfermas de sus padres, o casos en los que los recuerdos de haber presenciado el sacrificio de cerdos en su infancia les causaban aversión a consumir carne de cerdo en la edad adulta. Una directora de 50 años que operaba una tienda de galletas mencionó con orgullo su criterio de uso mínimo de azúcar en sus galletas después de haber observado el uso excesivo de azúcar en la industria de la pastelería. Esto significa que, mientras que los participantes del estudio pudieron proporcionar bases claras en el nivel personal para distinguir los alimentos que debían evitarse o no comerse, lo que los conectaba fácilmente con prácticas cotidianas, mostraron una respuesta ambigua cuando se les preguntó qué era una mejor opción.

En tercer lugar, la elección de los alimentos incluye un sentido de prevención. Una de las mayores incógnitas en el ámbito médico se refiere al cumplimiento. Las personas son conscientes de que sufren enfermedades o que sus funciones corporales normales son imperfectas en varios ámbitos. Hablan de invertir en pilates o entrenamiento en casa o de tomar medicamentos para ampliar el rango de movimiento de sus hombros o reducir el dolor de espalda, pero muchos experimentan limitaciones cotidianas que no son sostenibles. Una de las tácticas más comunes que utilizan las personas que tienen que evitar el alcohol, los alimentos picantes o salados, a pesar de tener problemas para cambiar sus hábitos alimenticios, es la de los alimentos con fines preventivos. Elegir hamburguesas de pan integral, reducir la ingesta de té con leche o reducir la cantidad total de comida son intentos basados en la creencia de que, por lo menos, aunque no se tomen medicamentos, hay que comer, lo que puede representar una oportunidad para las empresas relacionadas.

El hecho de que la gente reaccione de forma más clara a la idea de consumir menos alimentos tóxicos, pero que experimente vaguedad en cuanto a qué es lo adecuado para ella personalmente, puede convertirse en otro obstáculo y una oportunidad para la industria alimentaria en el futuro paradigma de generación. Esto se observa también en el consumo de productos de cuidado de la piel, suplementos dietéticos, cremas solares, etc. Se están realizando inversiones en el ámbito de la confianza y la creencia de que, con el tiempo, se podrá comprobar. Quizás la respuesta a esto se encuentre en la comprensión de los alimentos apropiados que se mencionan dentro de cada uno de ellos y de la percepción tradicional asociada a ellos, utilizando como unidad mínima de análisis la comunidad a la que pertenece el individuo, como la familia, que influye en el significado, la elección y la decisión de compra de los alimentos.

Referencias

Upside Foods, una empresa de carne cultivada, "incluso Bill Gates se sintió atraído"

Por qué Singapur es el único país del mundo que vende "carne cultivada en laboratorio"

Insiders Reveal Major Problems at Lab-Grown-Meat Startup Upside Foods

Si solo el 20% del consumo de carne de res se reemplazara por carne artificial, se salvaría el planeta

¿Estamos escuchando a nuestro intestino?⁠⁠⁠⁠⁠⁠⁠