Las conversaciones con denunciantes que conocí en lugares públicos, las conversaciones que intenté en medio de un reportaje encubierto con pacientes, y las conversaciones con los dueños de alojamientos cerca de la costa afectada por un derrame de petróleo siempre me han dejado claro algo.
El hecho de que cada persona se acerca a la conversación con su propia respiración y ritmo.
El silencio en sí mismo tiene significado, y la mirada fija que me dirigen antes de responder a una pregunta también tiene un mensaje. Y no fue fácil imaginar el contexto de la situación y la relación escondidas detrás de este ritmo desconocido de la conversación.
Por esa razón, cuando me encuentro con personas a través de entrevistas, el principal objetivo que puedo lograr en ese tiempo limitado que se me da se ha convertido, a partir de cierto momento, en "establecer una relación en la que pueda tener una conversación lo más honesta posible".
Desde luego, el punto más destacado y atractivo desde un punto de vista profesional es la confirmación de una "determinada frase". Pero hacer preguntas de seguimiento relacionadas con un mensaje o producto específico es, en última instancia, el mayor error que hace que sea más difícil obtener una respuesta honesta en condiciones naturales.
Después de todo, los humanos estamos acostumbrados a mentir. La persona que tenemos delante tampoco es alguien que podamos controlar. Por lo tanto, la mejor habilidad para la conversación es considerar incluso la respiración del otro como parte de la conversación y mantener una actitud de escucha atenta hasta que esté listo para dar su reacción (mientras intento forzar un cambio de expresión, como si tuviera una hoyuela que no existe).
Y, a veces, surgen contenidos que dejan huella.
Nosotros sólo podemos recogerlos.
Y otra cosa realmente interesante. En esta publicación, ni siquiera he tratado la reacción de la otra persona al verificar su actitud de escucha, es decir, la experiencia de la otra persona que forma la dinámica de la conversación. Imagínatelo.
Desde una "pregunta seria que abruma la existencia" que solo está encerrada en la mente de la otra persona hasta una "pequeña parte de la vida diaria" que ni siquiera a él mismo le interesa, ¿qué pasaría si alguien de fuera hiciera una pregunta con una actitud de escucha atenta? ¿Cómo sería ese repentino momento de intimidad que se crea juntos?
¿Por qué no lo compruebas alguna vez en la conversación que tengas hoy con la persona que te encuentres?
- La falta de escucha representa el 40% de los fracasos en la comunicación.
Harvard Business Review. (2016). Why Aren't You Listening?
- Los líderes que escuchan bien tienen un 26% más de rendimiento en equipo.
Gartner. (2019). Successful Leaders Demonstrate These 5 Behaviors.
- Los empleados que escuchan bien a los clientes tienen una satisfacción del cliente un 40% mayor.
McKinsey. (2020). The business value of customer experience.
- La capacidad de escucha de los líderes aumenta la participación de los empleados en un 35%. (Gallup, 2017)
Gallup. (2017). The Right Culture: Not Just About Employee Satisfaction.
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